Estamos acostumbrados a recetas complicadas, pero si queremos una pizza rápida y medio casera, para una cena o comida, aquí os doy la solución. Compráis una masa de pizza refrigerada del supermercado. Ponéis en la masa tomate frito o salsa de tomate y verduras como cebolleta, pimiento, calabacín y jamón serrano. Todo cubierto de queso rayado del supermercado (puede ser mozzarella, gouda, queso azul o tres quesos).
Hacer la masa de la pizza requiere tiempo de amasado (harina, agua y levadura) (además en ciertas ocasiones, mantequilla o aceite).
Se tiene que dejar la masa reposando en un sitio templado 2 horas para que la masa crezca y doble su volumen y valga para la pizza.
Lo mejor es simplificar y comprar la masa en el supermercado, nadie lo notará si los ingredientes de encima son frescos.
Si preguntáis donde y cuando se echa el orégano o la albahaca. Esto se echa en la salsa de tomate encima de la masa (no mucha cantidad de salsa o la masa se humedecerá demasiado y no se horneará bien) las especias se echan en la salsa debajo, de todo para que no se quemen en el horneado.
Inventa tu pizza semi casera con los ingredientes que tu quieras, pero no te olvides del tomate de base y el queso debe estar arriba para fundirse.
La pizza se hornea a 220 grados unos 12 a 14 min (mirar especificaciones técnicas de la masa que compréis).

